Sentirse atraído por las nuevas tecnologías aplicadas al arte es fácil. Lo difícil es sumergirse en ese maremágnum de posibilidades técnicas que nos ofrecen las máquinas, y salir airoso de ellas. No hundirnos en lo bonito, en lo fácilmente resuelto. No dejar que el azar y los bytes manejen las imágenes, que nos manejen.
Autoafirmarse ante la máquina es lo complicado de estas técnicas, resolver anticipadamente las propuestas y hacer que la imagen viaje a través de los medios, conociendo previamente el destino y disfrutar del instante virtual, único y repentino, de la concepción-producción de la imagen (única) constatado en la reproducción de copias (múltiple).
Rosario Castellano